La ansiedad es un estado emocional normal ante determinadas situaciones y nos permite responder a diferentes situaciones cotidianas estresantes. Cuando sobrepasa cierta intensidad o supera la capacidad adaptativa, es cuando la ansiedad se convierte en patológica y provoca malestar significativo con síntomas que afectan tanto al plano físico, como al psicológico y conductual. La emoción de base es el MIEDO, con lo cual, es necesario aprender a reconocer y regular las emociones, identificar las sensaciones corporales que sentimos y observamos con cada emoción que aparece. Cada emoción es expresada de forma natural físicamente con unas sensaciones corporales determinadas que estimulan un comportamiento y que también tiene una utilidad. Los comportamientos y los beneficios de cada emoción están relacionados a la supervivencia, a la evolución, a el aprendizaje y a la adaptación de los seres humanos. Necesitamos estrategias para regular las emociones, recordando siempre que no estamos haciendo referencia a ignorar o reprimir, ya que esto provoca más sufrimiento y malestar. Por lo tanto, en mis sesiones aprenderás a reconocer y comprender tus emociones (gestionarlas). Comprender que el miedo y la rabia son las emociones que están relacionadas al estrés. Aprenderás a observarte y mirarte conscientemente para poder gestionar tu malestar/ansiedad.
La ansiedad se desarrolla rumiando, se mantiene rumiando y se supera dejando de rumiar. Detrás de esa sintomatología hay miedo.
Saldrás de ese bucle si eres capaz de convivir con ese miedo, sin luchar contra él ni prestarle especial atención.
Todos tenemos que lidiar de alguna manera con la sensación de ansiedad. Sin embargo, no todos vamos a desarrollar ansiedad. ¿Por qué? Porque depende de cómo gestionemos unas cuantas cosas:
La diferencia está en si se utilizan mecanismos de huida o estrategias de aceptación. Por eso aprender técnicas de Mindfulness es de enorme utilidad.
Cómo se supera:
Ten en cuenta que los pensamientos recurrentes vendrán una y otra vez, pero rumiarlos o no rumiarlos está en tu mano. Es tu elección, quizá una de las más importantes que tienes que tomar.
